Colombia es un país estratificado: Hace muchos años, alguien se inventó un sistema de subsidios para los servicios públicos, en el que los de ciertos sectores de la ciudad -de «clase alta» -pagan unas cuotas más altas para los servicios, de forma que se subsidie a las personas que viven en otros sectores, de «clase baja». El sistema se organizó en estratos, del 1 al 6, y todo quedó con la imagen de ser muy progresista y equitativo.
Corte a 30 años después, y el concepto del estrato se ha convertido en el análogo colombiano a un sistema de castas: Las personas de bajo nivel socioeconómico son discriminadas porque «se les nota el estrato», y en ciertos círculos los de un nivel socioeconómico más alto son rechazadas porque son de «estrato 6» (O 7, o 18). El resultado es que todo el país tiene unas diferencias sociales bastante arraigadas y muy poca movilidad social.
Y la cuestión es que las diferencias sociales son las causantes de buena parte de los problemas del país: A la fecha que escribo esto, Colombia ocupa el puesto no. 12 en el mundo en términos de desigualdad, más de un tercio de la población es considerado pobre, y más del 10% se encuentra en un nivel de pobreza extrema (Lo que quiere decir que no pueden cubrir siquiera sus necesidades básicas).
Mientras tanto, otro 10% de la población percibe el 40% de los ingresos del país, y no es un secreto que ese 10% cuenta desde su nacimiento con una serie de privilegios que si bien no garantizan que en su edad adulta se hagan parte de esa élite (Así como crecer en «estrato 1» no es garantía de no poder llegar a «estrato 6»), sí hacen que el camino sea mucho más fácil.
Te dejo, para ilustrarlo, con esta caricatura de Toby Morris -que inspiró esta carta -, mientras te escribo la Parte 2.
Cartas a Stefan 
5 comentarios en “Una Vida de Privilegio, parte 1: Estrato y Privilegios”